Llena tus pulmones de aire

Respirar es un acto cotidiano que pasa desapercibido en nuestra rutina. Mientras caminamos o dormimos los pulmones siguen trabajando. Pero, ¿conocemos lo beneficios que aporta? No sólo nos mantiene vivos, también mitiga ciertos padecimientos.  Para sacar el máximo provecho de ella hay que ser consciente, y respirar correctamente.

Cada vez que suministramos oxígeno a los pulmones el cuerpo pasa por un proceso complejo. Las grasas se queman fácilmente y el nivel de alimento a los tejidos, incluidas las glándulas, mejora. Una buena rutina de respiración implica inhalar de forma suave, rítmica, profunda, fluida y nunca forzada. Al considerar estos factores a corto veremos resultados positivos para el organismo.

¿Qué beneficios aporta una buena respiración?

1. Reduce el esfuerzo del corazón: Mejora la circulación sanguínea y disminuye el riesgo de enfermedades cardiacas.
2. Calma: Al estar con altos niveles de tensión una respiración profunda mitiga la ansiedad, tranquiliza y baja la ansiedad.
3. Aumenta el número de glóbulos rojos: Genera mayor cantidad de oxígenos en la sangre y elimina las toxinas del cuerpo.
4. Reduce el dolor: En conjunto, la mente y respiración, alivian el dolor al disminuir la tensión muscular.
5. Mejora el tránsito gastrointestinal: Una buena respiración mejora la capacidad de asimilación y dirigir los alimentos.
6. Rejuvenece: Mayor rejuvenecimiento de las glándulas y la piel.
7. Mejora elasticidad de los pulmones: Provoca vigorosidad, aumentado capacidad potencial y resistencia ante esfuerzos, como los realizados en actividades físicas.

Sin embargo, así como notamos beneficios al respirar correctamente, también aparecen síntomas indeseables frente a una mala inhalación y exhalación. ¿Cuáles son los problemas derivados? En primer lugar la disminución de la capacidad pulmonar o torácica, ocasionada por la falta de circulación sanguínea, pérdida de calor corporal y sobresfuerzo del corazón al enviar oxígeno. Otra señal manifestada, es la resequedad de boca, producto de la acumulación de toxinas y carente oxigenación. La digestión pesada también forma parte de la lista. Todos estos síntomas debemos tenerlos presente, puede que nuestro cuerpo esté enviado señales y al desconocer su interpretación quedemos expuestos a una infinidad de dolencias. Por tanto, nunca está demás saber cómo reacciona ante diversos estímulos.